3/26/2016

JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS - LOS HÉROES DEL CRISTIANISMO-SAN FRANCISCO DE ASÍS

 CRÓNICA(2-8-1931)
Artículo de JORGE DE ALBA (José Sánchez Rojas)


«QUIÉN no conoce, en este risueño pueblecito de la Umbría, a Juan, llamado también  «Francisco» o «el francesito», hijo de Bernardone y de la señora Pica de Bourlemont? Es un iluminado el muchacho; da, desde niño, cuanto tiene a los pobrecitos; va cantando por las calles canciones de amor y de paz; es amigo de los pajarillos y de las flores; sonríe a la vera de los regatos y de las fuentes. De su nacimento se cuentan cosas muy extrañas en Asís. Su madre lo parió en las afueras del burgo; un peregrino le tuvo en sus brazos; otro peregrino, forastero también, lo bendijo, dejando en sus hombros, bien marcada, la señal de la cruz.
Juan, llamado después Francisco, es tan sensible como una damisela. Impresionable siempre, el espectáculo de la bondad o de la belleza le conmueve hasta el extremo de hacerle reír o de hacerle llorar. Se levanta con el alba para ver salir el sol; la hora del tramonto le sorprende en el campo. Siempre va solo; habla consigo mismo; de sus ojos se desprende un fulgor extraño de alegría. Ama las mujeres bellas y se complace de su trato y familiaridad; sus amigos son los chicos más apuestos y distinguidos de la ciudad; los bienes de fortuna del señor Bernardone le hacen pródigo y generoso. Pero un día tropieza con un miserable leproso en el camino; le socorre y le abraza. Su vocación está trazada ya. Visita en penitencia el sepulcro del apóstol Santiago. En Asís, a su retorno, conságrase a la oración en la rústica ermita de San Damián. A su padre le toma dineros y géneros de comercio para reedificar la ermita. Bernardone le denuncia ante la autoridad del obispo, y el hijo se despoja de cuanto su padre le había dado, incluso de sus vestidos. Se hospeda en el hospital, entre pobrecitos de Dios, y les sirve de criado y enfermero...Junto a San Damián, levanta, mendigando de puerta en puerta, dos ermitas más: la de San Pedro y la de Nuestra Señora de los Angeles, llamada también la Porciúncula. Sus paisanos le toman por loco.
Francisco medita y ora. Unas palabras del Evangelio se le graban en el corazón: «Predica el reino de los Cielos. No quieras oro, ni plata, ni dinero. Viaja sin alhajas. No tengas dos túnicas. Prescinde del calzado. No lleves nunca bastón.» Desde entonces se toca con burda túnica; del cuello le pende una cuerda; sus pies conocen las heridas de todos los guijarros del camino. Doce hombres se unen a él: son de corazón sencillo y muy simples; temerosos de Dios, reparten todos sus riquezas y se desposan con la pobreza. Juntos marchan a Roma, para solicitar la bendición del Papa. Inocencio III funda de esta suerte la Orden franciscana.
Pobrecitos llama la gente a estos frailucos sencillos y humildes; a todos los lugares llevan la buena nueva; el pueblo les ama y les socorre. Cristo vuelve a la tierra en estos hombres iluminados y ardientes. Durante unos años predican el Evangelio; luego se recluyen en sus celdas de la Porciúncula. San Francisco es la palabra y la canción de estos pobrecitos. No saben de rencores, ni de envidias, ni de temores; aman todas las cosas con un supremo amor; son pacientes, son resignados, alegres y poetas. Los hermanos menores se multiplican en Italia y después en Europa. No solamente buscan a Cristo los hombres; también las mujeres. La dulce Santa Clara es la musa sencilla de estos varones ejemplares. Un día que Clara reparte el pan a los pobrecitos, resplandece una cruz luminosa en los panes.
Vive la Orden sus días gloriosos de leyenda áurea. Los lobos se detienen al paso de Francisco. Los peces salen a las superficie de las aguas para oirle. Las aguas de los regatos cantan para acompañarle en su oración. Por España predica la pobreza nuestro Santo. Visita Galicia. Se detiene en Burgos. Ciudad Rodrigo conoce las huellas de sus sandalias sobre la calzada merítense. En Barcelona le acogen los cancelleres y le siguen las turbas. En Vich apaga su sed en aquella fuente que evoca Mossen Cinto:

y prorrumpe luego en un cantar dulcísimo. En Roma asiste al Concilio de Letrán ( 1215) y se hace amigo de Santo Domingo, muerto después en Bolonia.
Con el Capítulo de las Estevas, el franciscanismo adquiere carta de naturaleza en toda Europa. Francisco visita después Siria, Palestina, Jerusalén. Del gobierno de la Orden se encarga fray Elías. Francisco, con su hermano Jesús, «la ovejuela», se retira del mundo: En la soledad le nacen alas al pobrecito.
Un día, sus hermanos, atónitos, le oyen su himno al hermano Sol. Otro día canta al agua, porque es limpia, y clara y casta. Sintiéndose morir, llama a su seno la dulce hermana Muerte. Sobre el suelo, cubierto de ceniza, recibe el beso de la hermana el 3 de Octubre de 1226. Su cuerpo quedó depositado en la iglesia de San Jorge. Dos años después le canonizaba Gregorio IX. En la preciosa basílica de Asís, construída por aquellos años, quedó el sagrado depósito de su cuerpo.
¿Cómo era Francisco? Tomás de Celario nos cuenta que «era de suave y apacible trato. Muy cortés. Su mirada era dulce y sus palabras estaban impregnadas de bondad; grave y mesurado en el consejo, fiel a toda prueba de discreción, guardador de secretos…Su espíritu vivía en plena calma.»  El cardenal Ugolino describe su figura «como pequeño de estatura; tenía la cabeza redonda y medianamente grande, la cara algo prolongada y ancha, la frente tersa y pequeña, los ojos proporcionados y negros, de mirada atractiva; el cabello, casi negro; las cejas, rectas; la nariz, afilada y estrecha; pequeños y delgados los labios; la barba, negra y no muy poblada.» Y completa así este retrato, ya clásico, del Pobrecito: «Era de muy pocas carnes. Dormía harto poco.Era humilde y apacible con todos. Era santo entre los santos, y ante los pecadores se presentaba como el más ruin pecador.»
JORGE DE ALBA 

Ilustraciones

Sacro Convento y Basílica de San Francisco de Asís


San Francisco de Asís . Talla de Pedro de Mena, (1663que pertenece al tesoro de la Catedral de Toledo.


En la silueta, San Francisco de Asís. Talla policromada de Francisco Asorey.
 
https://www.youtube.com/watch?v=-sgeltDynGk

Aplec Sant Francesc s'hi moria (Vic)

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https://www.youtube.com/watch?v=MymbYDosunY
película: Hermano Sol, Hermana Luna (1972)- (Zeffirelli)
actores :Alec Guinness (Papa Inocencio III ) -Graham Faulkner (Francisco de Asís)
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A modo de explicación

José Sánchez Rojas, firmando como JORGE DE ALBA
 hizo para CRÓNICA
una serie de artículos bajo el título:
 'Los héroes del cristianismo'. 
Así, en meses sucesivos del año 1931, fueron apareciendo después del que
hemos visto dedicado a San Francisco de Asís,
sus escritos sobre:



 SAN FRANCISCO DE BORJA (22-11-1931)
...
Continuará 

Para saber más de JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS

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MIS BLOGS:


2 comentarios:

  1. Una entrada de espíritu franciscano. ¡Feliz Semana de Pascua amiga María Ángeles! ¡Cómo me gusta la palabra porciúncula!

    Un abrazo, Gelu.

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  2. Buenos días, querida tocaya:

    Para nosotras, por denominación propia, hay un plus en todo lo relacionado con Nuestra Señora de los Ángeles.
    Y tienes razón, ¡qué bonito suena «Porciúncula»!, parece musicar su significado: «pequeña porción de tierra».
    Me gustó mucho la interpretación de Alec Guinness y de Graham Faulkner en la escena de la película de Zeffirelli que enlacé.

    Abrazos.

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