s/p [...] Vivir como en el siglo XV, pero con las comodidades del siglo XX parece ser el lema de los nuevos castellanos, capaces de hacer compatibles la luz eléctrica, el teléfono y el cuarto de baño, con la historia antigua, heroica, españolísima, hermosa, galante y señorial del Castillo del Buen Amor.
Las mil hectáreas que rodean al Castillo, extensión del nuevo señorío, con su serenidad y sobria belleza propias del paisaje castellano, descansan el ánimo del viajero, convenciéndole que no es mejor el camino que la posada, que importa más ésta si es el Castillo del Buen Amor, declarado monumento nacional en1933, y que ha corrido el peligro de perderse para siempre.
[...]A los nuevos castellanos debe Salamanca que este hermoso castillo-palacio, revalorizado, reconstruído, siga en pie, enriqueciendo el acervo artístico salmantino. Las sombras del rey don Fernando el Católico, del Arzobispo don Alonso de Fonseca, de doña María de Ulloa, señora de Cambados y del hijo de estos, tercer arzobispo de la dinastía, fantasmas familiares del Castillo del Buen Amor, vuelven a pasear por sus galerías, salones y almenas, contentas de ver que ha regresado el viejo esplendor a su castillo. "
Mientras completo una serie de entradas dedicadas al rector de Salamanca, se me ha ocurrido preparar esta entrada, con esta 'Guía del Castillo del Buen Amor', del año 1959.